Guau!!! que día!!!
Ayer empezó como un día de lo mas normal, pero después de mi segunda comida mis papis me montaron otra vez en el choche.
Yo iba alucinada! tenia todo el rato el hocico apollado en un frío cristal. Si, frío, si. Pero la recompensa merecía la pena. ¿Lo habéis probado? Si apollas el morro contra el cristal puedes ver un montón de luces que pasan corriendo al lado tuyo, y cuando el coche se detiene la gente se queda mirando, saluda y sonríe. ¡Es alucinante! Aunque a veces hacían un ruido muy fuerte y me asustaban. Por suerte mi mami iba conmigo y me tranquilizaba.
Pronto llegamos a nuestro destino. En la sala de espera conocí a un amiguito. Era un buldog ingles de tres meses. Estaba muy tranquilo. Se notaba que no era la primera vez que iba a ese sitio. Yo en cambio estaba tan nerviosa que hasta me hice pipí. Se me escapó!
Entonces apareció aquel hombre con la bata blanca. Era un chico muy simpático que me dio una golosina. ¡¡¡MMMMmmmm que rica!!!! Luego me miró, me acarició, puso un aparato redondo muy frío en el pecho, me miró las orejitas, y luego cuando no me lo esperaba dio un fuerte golpe en la mesa y me asusté. Me asusté tanto que me quedé quieta de golpe sin atrever a moverme, entre los brazos de mi mami.
Entonces me enteré que unos de mis amiguitos con los que convivía en la tienda de animales había tenido algún problemilla, y querían asegurarse de que yo estaba bien. Escuché también que cuando tuvieran los resultados me pondrían unas vacunas, que no se lo que son, pero suena bien. va-cu-nas. No suena mal!
El camino de vuelta a casa me lo pasé durmiendo, por eso cuando llegué estaba muy despierta y con ganas de jugar. Y mis papis también tenían ganas de jugar conmigo, así que estuvimos jugando hasta tarde.Me lo pasé Guau!, pero acabé agotada. Tanto que cuando me dormí no me desperté en toda la noche, ni para hacer pipí!!!
Un día en el que hice un nuevo amigo, probé una golosina, me dí un paseo en coche, jugué hasta tarde.... no está mal!
Hasta Guau!!!!
Ayer empezó como un día de lo mas normal, pero después de mi segunda comida mis papis me montaron otra vez en el choche.
Yo iba alucinada! tenia todo el rato el hocico apollado en un frío cristal. Si, frío, si. Pero la recompensa merecía la pena. ¿Lo habéis probado? Si apollas el morro contra el cristal puedes ver un montón de luces que pasan corriendo al lado tuyo, y cuando el coche se detiene la gente se queda mirando, saluda y sonríe. ¡Es alucinante! Aunque a veces hacían un ruido muy fuerte y me asustaban. Por suerte mi mami iba conmigo y me tranquilizaba.
Pronto llegamos a nuestro destino. En la sala de espera conocí a un amiguito. Era un buldog ingles de tres meses. Estaba muy tranquilo. Se notaba que no era la primera vez que iba a ese sitio. Yo en cambio estaba tan nerviosa que hasta me hice pipí. Se me escapó!
Entonces apareció aquel hombre con la bata blanca. Era un chico muy simpático que me dio una golosina. ¡¡¡MMMMmmmm que rica!!!! Luego me miró, me acarició, puso un aparato redondo muy frío en el pecho, me miró las orejitas, y luego cuando no me lo esperaba dio un fuerte golpe en la mesa y me asusté. Me asusté tanto que me quedé quieta de golpe sin atrever a moverme, entre los brazos de mi mami.
Entonces me enteré que unos de mis amiguitos con los que convivía en la tienda de animales había tenido algún problemilla, y querían asegurarse de que yo estaba bien. Escuché también que cuando tuvieran los resultados me pondrían unas vacunas, que no se lo que son, pero suena bien. va-cu-nas. No suena mal!
El camino de vuelta a casa me lo pasé durmiendo, por eso cuando llegué estaba muy despierta y con ganas de jugar. Y mis papis también tenían ganas de jugar conmigo, así que estuvimos jugando hasta tarde.Me lo pasé Guau!, pero acabé agotada. Tanto que cuando me dormí no me desperté en toda la noche, ni para hacer pipí!!!
Un día en el que hice un nuevo amigo, probé una golosina, me dí un paseo en coche, jugué hasta tarde.... no está mal!
Hasta Guau!!!!
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